El "despertar al éxtasis", o el sentido de fusión con una "vasta ecología". Si bien, Bateson no aboga explícitamente por la meditación, el yoga, la alquimia, que permitan la percepción real de la fusión sujeto/objeto, del mundo como algo completamente vivo y sensual, todas estas prácticas, ya sean las técnicas de meditación, la respiración prolongada, los cánticos, sirven para reducir el "input" sensorial externo, de modo que la conciencia de ego comienza a considerarse a ella misma como su propio objeto de escrutinio. El individuo pierde su sentido de realidad, lo que puede derivar en temor por la disolución del ego. De ahí, el papel del guía, que acompaña al novicio a traspasar la brecha entre lo consciente e inconsciente con la sensación de estar inundado o transportado por un océano de realización deífica. Esta percepción es vivenciada como una inmensa claridad, un súbito despertar a lo que se siente que es completamente real. Si el proceso tiene éxito, el discípulo que llega al Aprendizaje III seguirá experimentando una brecha entre consciente e inconsciente, pero ahora sin temor o éxtasis. La última percepción después de esta experiencia, es la sensación de surgir por primera vez de la oscuridad, de saber ahora se está verdaderamente consciente y de cuán errada y limitada era la "conciencia" previa.
Durante casi toda nuestra vida somos dominados por el cerebro sensorial[3](de los cinco sentidos). Es muy difícil escapar a su influjo. La única experiencia habitual en que se adormecen estos sentidos, es cuando dormimos o meditamos. Entonces, se abre un espacio de la mente que trasciende la realidad ordinaria. Es un espacio de la conciencia (mente) que está conectado con un patrón o proceso arquetípico, que tiene su efecto e influencia en la vida personal del sujeto.
La entrada al mundo interior puede iniciarse bajo diversas circunstancias. En general pueden darse estados alterados de conciencia, de forma espontánea, por ejemplo, en las crisis chamánicas y de modo dirigido, en los ritos de pasos a través de un proceso de conocimiento directo de aprendizaje en las técnicas de meditación. Según Gennep, el rito de paso comprende tres etapas: separación, transición e incorporación. La separación, es una etapa de enfrentamiento intelectual con otras dimensiones de la realidad a través de referencias históricas y descripciones del viaje a la realidad no ordinaria. En la transición, comienza la experimentación directa con los estados alterados de conciencia mediante la utilización de diversas formas o técnicas de meditación. La incorporación, es la integración del individuo a la comunidad en un estado de profunda transformación psicológica resultado de una crisis inducida deliberadamente en los ritos de pasaje.
Según David Lewis- Williams, los chamanes del paleolítico entraban en estados de trance dentro de las cavernas con ayuda de la obscuridad de la cueva y los sonidos rítmicos, produciéndoles un estado alterado que los hacía pasar por tres estadios: en primer lugar, el chamán ve formas geométricas, como puntos, zig-zags, espirales, curvas, retículas, imágenes brillantes conocidas como imágenes entópticas producidas por la estructura neurológica del cerebro. En segundo lugar, estas imágenes se transforman en objetos dependiendo de la intención (cultura e intereses) del chamán. Por último, se atraviesa un túnel, círculos girando (vórtices) para llegar a una transformación humano-animal (theriántropos). A continuación el chamán fija (pinta) las imágenes en la roca, que es la membrana que divide el mundo real con el mundo espiritual.
De las conclusiones del texto de Mircea Eliade
La influencia budista
Del texto de Mircea Eliade:
"el chamanismo, en su forma actual, es una de las consecuencias de la penetración del budismo entre los grupos étnicos del Asia del noreste".
De mis obras:
La realidad transpersonal, en raras ocasiones se manifiesta en forma espontánea. Lo más adecuado para acceder conscientemente a este mundo, es involucrarse en un proceso continuo y permanente de meditación profunda en las diversas técnicas existentes tanto en las culturas antiguas como los métodos modernos de alteración de la conciencia. El budismo, chamanismo y yoga pueden por ejemplo, ser caminos seguros para introducirse a estas realidades.
El modelo constructivista, Cread 90, desarrollado en este libro, permite al sujeto experimentar plena y directamente el pensamiento constructivista, pues la realidad investigada o buscada por él y, descubierta o desplegada en el proceso, se manifiesta como una construcción inconsciente, auto-organizada por el sujeto, de acuerdo a su propia experiencia e intencionalidad. Es un modelo utilizado en el proceso de ampliación de conciencia y acceso a estados alterados de conciencia. Este modelo, como veremos posteriormente, se asemeja a la técnica del Yoga del "Samadhi con semilla" o el método budista de la "presencia plena/conciencia abierta". Este método de meditación se conoce como Mindfulness en occidente.
Ahora, un acercamiento al conocimiento oriental del proceso de autonomía del ser, nos lleva a considerar que la meditación budista de la "presencia plena/conciencia abierta", guarda una estrecha relación con los métodos occidentales anteriormente mencionados.
Presencia plena/conciencia abierta, significa que estamos plenamente presentes en la experiencia con el cuerpo y la mente al mantenerse en estado de alerta permanente. Dado que habitualmente nos encontramos lejos del presente, debemos abstraer la atención hacia un objeto en un estado calmado del cuerpo y de la mente, combinando la función de apaciguar la mente con la apertura a la intuición.
En cuanto al método oriental del Yoga del "Samadhi con semilla":
La concentración se obtiene con ayuda de un objeto o una idea. En la primera etapa "argumentativa", el pensamiento se identifica con el objeto meditado en "su totalidad esencial"; porque un objeto se compone de una cosa, un concepto y una palabra, y esos tres "aspectos" de su realidad se encuentran durante la meditación en perfecta coincidencia con el pensamiento. Esta etapa se obtiene mediante la concentración con objetos contemplados en su aspecto sustancial ("grosero"): es una "percepción directa" de los objetos pero que se extiende tanto a su pasado como a su futuro. La etapa siguiente ("no argumentativa"), se presenta cuando la memoria deja de funcionar, es decir, cuando cesan las asociaciones verbales o lógicas; en el momento en que el objeto está vacío de nombre y de sentido, en que el pensamiento se refleja de manera inmediata adoptando la forma del objeto y brillando exclusivamente con ese objeto en sí mismo. En esa meditación el pensamiento se libera de la presencia del "yo" porque el acto cognoscitivo ("yo conozco ese objeto" o "este objeto es mío") no se produce ya; el pensamiento mismo es (se vuelve) ese objeto. El objeto no se conoce más por las asociaciones –es decir, no se integra en la serie de las representaciones anteriores, no se ubica mediante relaciones extrínsecas (nombre, dimensión, uso, clase) ni, por así decirlo, se empobrece mediante el proceso habitual de abstracción del pensamiento profano- se capta directamente, en su desnudez existencial, como un dato concreto e irreductible.
De la evidencia de cazadores paleolíticos
Del texto de Mircea Eliade:
"Las investigaciones recientes han puesto claramente en evidencia elementos chamánicos en la religión de los cazadores paleolíticos".
Al final, se señala que existe confusión respecto de la naturaleza exacta del éxtasis: "Sin embargo, todas estas innovaciones y todas estas degradaciones no han conseguido abolir incluso la posibilidad del verdadero éxtasis chamánico, y hemos podido encontrar aquí y allí ejemplos de experiencias místicas auténticas en forma de ascensión "espiritual" al Cielo, conseguidas por chamanes y preparadas por métodos de meditación".
De mis obras:
Según David Lewis- Williams, los chamanes del paleolítico entraban en estados de trance dentro de las cavernas con ayuda de la obscuridad de la cueva y los sonidos rítmicos, produciéndoles un estado alterado que los hacía pasar por tres estadios: en primer lugar, el chamán ve formas geométricas, como puntos, zig-zags, espirales, curvas, retículas, imágenes brillantes conocidas como imágenes entópticas producidas por la estructura neurológica del cerebro. En segundo lugar, estas imágenes se transforman en objetos dependiendo de la intención (cultura e intereses) del chamán. Por último, se atraviesa un túnel, círculos girando (vórtices) para llegar a una transformación humano-animal (theriántropos). A continuación el chamán fija (pinta) las imágenes en la roca, que es la membrana que divide el mundo real con el mundo espiritual.
Las experiencias de meditación presentadas en este libro, describe los alcances que hoy se obtiene en estos estados no ordinarios de conciencia y que posiblemente estuvieron disponibles también en los últimos 30.000 años. En esa época, según los antropólogos (Richard Leakey) aparecieron las primeras figuras e imágenes de pinturas rupestres en las cavernas. Paralelamente surgió el lenguaje que aceleró la evolución. Es posible aventurar la hipótesis de que las imágenes en las cavernas tenían el propósito de servir como un medio para acceder a otras realidades. La combinación del lugar oscuro de la caverna, de las imágenes sin contexto, del sonido rítmico del tambor y de la intención del chamán, contribuía a que en su mente se modificara su percepción, apareciendo en el proceso ritual de meditación imágenes virtuales que configuraban un contexto construido por su propia mente sin tomar consciencia de ello. Es significativo que las pinturas están dibujadas en sectores donde hay mayor acústica dentro de las cavernas. No creo que haya sido coincidencia dibujar en esos lugares. Creo más bien, que era necesaria la combinación entre imagen y sonido para producir el acceso a realidades virtuales, en estados no ordinarios de conciencia. La moderna aplicación de esta tecnología de la conciencia, nos permite corroborar la hipótesis señalada.
Además, ya se mostró acá con mayor profundidad, anteriormente, la participación del hombre primitivo, en el capítulo del pensamiento complejo del hombre primitivo.
Del epílogo del texto de Mircea Eliade
La poesía como lenguaje místico
Del texto de Mircea Eliade:
"Cuando prepara su trance, el chamán toca el tambor, llama a sus espíritus auxiliares, habla un "lenguaje secreto" o el "lenguaje de los animales", imitando los gritos de los animales y, sobre todo, el canto de los pájaros. Acaba por obtener la creación lingüística y los ritmos de la poesía lírica. El acto poético más puro se esfuerza por recrear el lenguaje a partir de una experiencia interior que, parecida en esto al éxtasis o a la inspiración religiosa de los "primitivos", revela el fondo mismo de las cosas".
De mis obras:
La orientación de este libro, es llevarnos hacia el lenguaje ecológico del Ser, un lenguaje lleno de poesía, metáforas, pensamientos y cuentos que nos elevan a otras realidades, que no son de este mundo sino que están insertas en las fronteras de la comprensión, del pensamiento y de la acción creativa: La conciencia ecológica del Ser.
Del lenguaje de los dioses
Siempre hemos sabido, consciente o inconscientemente que el "lenguaje de los dioses" es el lenguaje de la poesía. Ahora pensamos que esto es así, porque la poesía es paradojalmente la forma de comunicación más cercana a la conciencia ordinaria y a su vez, simultáneamente la más lejana a ella. La importancia de esto es que siendo la poesía una especie de estado alterado de conciencia tanto en su creación como en su audición, se percibe, en parte como que forma parte de un proceso que está emergiendo durante la escucha de la poesía. ¿Por qué sucede esto? Parece que la poesía neurológicamente contiene todos los elementos de un sistema complejo cuyos elementos intervienen y emergen durante su audición. Es así que la poesía es, de por sí, un sistema verbal que contiene figuras, imágenes arquetípicas y ritmos periverbales que interfieren en forma dual entre ambas formas de lenguaje haciendo emerger en nuestra conciencia un lenguaje de los dioses, muy cercano a un estado alterado de conciencia, donde la esencia del ser se encontraría presente.
Existen técnicas para el acceso a esta esencia del ser, sin embargo, requiere de una predisposición a realizarlas, que no es fácil conseguirla en forma habitual. No ocurre lo mismo con la poesía, pues esta consigue bastante en breve tiempo y profundidad por efecto de nuestra naturaleza interior aunque sea en forma tangencial, lo que no puede hacer ninguna técnica que requiere de mayores preocupaciones y cambios de hábitos y tiempo, que no estamos normalmente dispuestos a sacrificar en estos procesos y que vemos como "una pérdida de tiempo". De ahí que, la poesía es la herramienta por excelencia para encontrarnos con nuestra naturaleza interior, una naturaleza llena de sentimientos ecológicos y de bienestar de sí mismo.
La poesía, nos lleva al retorno del eterno presente. Hay que distinguir el presente del eterno presente. Estar en el presente puede significar no tener quejas del pasado y preocupaciones del futuro. Sin embargo, estar en el eterno presente es estar en el no tiempo y el no tiempo significa que está disponible la eternidad del tiempo en el presente. Hay una trascendencia del tiempo.
La poesía viene de la otra realidad. La realidad que no es esta realidad, pero se encuentra oculta en esta realidad. Por lo tanto, de alguna forma, el origen o la fuente de la poesía, se encuentra presente en esta realidad, solamente que en estado ordinario no somos capaces de percibir esta fuente de la realidad de la poesía.
La poesía es como un iceberg. Se percibe la estructura verbal que es la mínima parte del contenido del "sistema poesía". La mayor parte de este sistema está oculto, pero que tiene el peso del contenido del mensaje que pretende entregar e influenciar a la conciencia ordinaria.
La poesía, es el sonido del silencio. Los espacios, pausas o brechas de silencio, que oculta el lenguaje de la poesía, nos sumergen hacia el no lenguaje, hacia el lugar donde emerge de la nada la materia, donde la materia se transforma en espíritu, donde el espíritu se comunica en el lenguaje del ser.
La poesía es, entonces, el lenguaje de los dioses.
Conclusión de evolución del chamanismo
Llegado al final de esta presentación, queda la sensación de volver a vivir lo que ya vivimos, como un "deja vu", y que lo que sucedió en la mente de nuestros ancestros, hace 30.000 años, está sucediendo o recordándose ahora; que el llamado "primitivo" evolucionó contribuyó productivamente a nuestra evolución con una herramienta, que recién estamos redescubriendo "las técnicas arcaicas del éxtasis", como las llama Mircea Eliade. Ahora, ¿qué podemos llegar a concluir en este recorrido histórico imaginario? Varias serían las hipótesis que podemos desplegar. Primero, la capacidad de combinar la visualización con el sonido hizo posible la evolución simultánea y súbita del lenguaje, comprensión y creatividad, por el acceso a cambios en la percepción de imágenes virtuales. La representación de imágenes o fragmentos de ellas, en lugares de mayor resonancia en las cavernas, tenía el propósito de ser "herramientas para la comunicación espiritual". La aparente simplicidad de las imágenes dibujadas en las cavernas, individuales o en grupos, con ausencia de paisajes, no era porque la mente primitiva fuera simplista, sino más bien, que tenían la intencionalidad de abrir la mente holística del hemisferio derecho del cerebro, durante el ritual para completar el contexto (gestal). Todo esto, que capacita a la mente humana moderna a un funcionamiento de una forma de percepción virtual, sería por último, el proceso mediante el que nuestros parientes humanos ancestrales contribuyeron a acelerar el proceso de nuestra evolución.
Por otra parte, visto el desarrollo de este libro, no comparto la idea que sostiene Mircea Eliade sobre la dificultad del hombre actual, para alcanzar los estados de éxtasis, cuando sostiene, en varias ocasiones:
"Cada vez que un chamán llega a participar del modo de ser de los animales, en cierto modo restablece la situación que existía en illo tempore, en los tiempos míticos, cuando aún no se había consumado la ruptura entre el hombre y el mundo animal".
"La amistad con los animales, el conocimiento de su lengua, la transformación en animal, son otros tantos signos de que el chamán ha reintegrado la situación "paradisíaca" perdida en el albor de los tiempos".
"El fin de la sociedad midéwiwin es restaurar el camino del Cielo y la Tierra, por eso los miembros emprenden periódicamente el viaje extático al Cielo; procediendo así consiguen, en cierto modo, abolir la decadencia actual del Universo y de la humanidad, y recuperan la situación primordial, es decir, aquella en que la comunicación con el Cielo era fácilmente accesible a todos los humanos".
"la experiencia chamánica equivale a una restauración de ese tiempo mítico primordial y el chamán aparece como un ser privilegiado que recupera, por su cuenta, personalmente, la condición dichosa de la humanidad en la aurora de los tiempos".
"En los tiempos míticos, cada miembro de la tribu podía convertirse en animal, o sea que cada uno de ellos era capaz de compartir la condición del antepasado. En nuestros días, semejante relación íntima con los antepasados está reservada exclusivamente a los chamanes".
"La metamorfosis en animal-antepasado, al igual que el éxtasis ascensional, son expresiones diferentes pero homologables, de una misma experiencia: la trascendencia de la condición profana, la recuperación de una existencia "paradisíaca" perdida con el final del tiempo mítico".
"El éxtasis hace otra vez "actual" provisionalmente, y sólo para un grupo restringido de personas –los chamanes-, el estado primordial de toda la humanidad. En este respecto la experiencia mística de los "primitivos" es un retorno a los orígenes, un retroceso al tiempo místico del paraíso perdido".
Bibliografía
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Eliade, M. (2001). El Chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. España: FCE
– (1993). El yoga. Inmortalidad y libertad. México: Fondo de Cultura Económica.
Goswami, A. (2008). La física del alma. Barcelona España. Ediciones Obelisco, S.L.
Ibáñez, A. (2008). Dinámica de la cognición. Chile. J.C. Sáez Editor.
Kronmüller, E. & Cornejo C. (2008). Ciencias de la mente. Chile. J.C. Sáez Editor.
Leakey, R. (2000). El Origen de la Humanidad. Madrid: Editorial Debate S.A.
Ostapchenko, E. (1972). Iniciación al Laser. Barcelona: Marcombo S.A.
Peña, O. (2005). El Universo en una Caverna. Santiago de Chile: Mago Editores.
(2006). Cambio de Sentido. Santiago de Chile: Mago Editores.
(2015). Espacios de la mente. Edición CreateSpace, Amazon.
Wilber, K. (1989). La conciencia sin fronteras. Barcelona: Kairós.
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